En desempleo...

Así es. Hoy renuncié a mi trabajo como becaria en el área de Contabilidad.

No saben lo aliviada que me siento. La verdad es que cada día me cansaba más y trabajaba menos, eso es lo que pasa cuando uno no está a gusto...

Tendrían que haber escuchado la "reflexión" que me dejó mi jefa antes de dejarme ir. Pero como me pareció sumamente recreativa se las transcribo:

La Jefa:
Antes de que te vayas, déjame compartirte una reflexión.

(Yo pensaba en que ya me urgía largarme de ahí)

Yo:
Si, por favor...

La Jefa:
El otro día estaba viendo una película muy mediocre de un señor que cuidaba a unos judíos que trabajaban en su fábrica...

(Yo pensaba en que la "Lista de Schlinder" o "Schlinder's list" es un clásico!! no una película mediocre!)

Yo:
Ya sé cual es, La lista de Schlinder.

La Jefa:
Si, está muy chafa. Pero bueno, lo importante de la película sucede cuando había un empleado judío que sólo había hecho tres balas en varias horas, así que su capataz nazi le pidió con cronómetro en mano que le armara una munición.

(Para este momento yo me arrepentía de no haberme largado sin decir más, ¡pero no! tuve la decencia de avisar y dar las gracias por todo lo aprendido- que en realidad no fue nada)

Sigue la historia...

La Jefa:
Entonces el empleado se puso muy nervioso y armó la munición en sólo tres minutos.

(Yo pensaba "y esto a mi para qué me sirve")

Yo:
Aja...

La Jefa:
¿Ves? Así pasaba con tu trabajo. Porque al principio te tardabas mucho, pero era porque a penas estabas aprendiendo. Pero cuando pasó el tiempo y te tardabas tanto en hacer las cosas pues nos hiciste pensar que hacías otras cosas o que te hacías pato...

Yo: ....

(No dije nada porque estaba ocupada mordiéndome la lengua)

La Jefa:
Pero bueno, cada quien tiene sus prioridades.

Yo:
Si, bueno, ya me voy, y de nuevo gracias por todo. Aprendí mucho.

La Jefa:
Por cierto, ¿cuándo me vas a reponer las horas que me debes?

(Yo mentaba madres en mi cabeza)

Yo: ¡Ah si! Pensé que ibas a descontarlas...

La Jefa:
Bueno, ¿cuántas horas fueron?

Yo:
24 horas...

La Jeja no me creyó, así que mandó a llamar a mi supervisor de dudosa sexualidad...

Supervisor:
(léase con acento amanerado) ¿Qué pasó?

La Jefa: ¿Cuánto nos debe en horas esta niña?

Supervisor:
(léase con acento amanerado) ¡Ay! como dos semanas...

(Mis mentadas de madre aumentaban exponencialmente)

La Jefa: ¿Ves? ¿Estás de acuerdo?

Yo:
La verdad no, pero ¿qué hago? Gracias y Buenas Tardes...


Y así fue. Les dejó la reflexión de una mujer de inteligencia desbordante, les recomiendo la impriman y se la digan a cada uno de sus empleados, seguro se ganarán su respeto.

Ahora pertenezco a la clase desempleada. Así que si alguien se entera de alguna chamba para estudiante de comunicación ¡por favor avíseme!