Viene, viene...

El día de hoy estoy realmente cansada, primero tuve que levantarme para ir a la editorial, fue aburrido porque ahora no pude inventar ninguna reseña, tuve que copiarlas todas de la contraportada de los libros :(

Después me fui corriendo a la Tesorería de la universidad para capturar unos maravillosos cheques, pero moría de hambre, así que hice una rápida escapada para ir por una pizza al carrito (ese carrito se merece todo un post), y regresar corriendo para que mi jefe no se diera cuenta de que me había largado.

Ya llevaba como dos horas en el captureo cuando llegó aquella pseudo compañera de trabajo a molestarme, ahora contaba la historia de sus dolencias y mientras hablaba yo sólo pensaba algo así como "¿y qué te hace pensar que me importa tu vida?"...

Después por fin era hora de irme, así que caminé y caminé hasta donde estaba la camioneta de mi mamá (me la prestó porque le daba flojera echarme un aventón) y ¡oh sorpresa! cuando llegué estaba parado junto a ella el "viene, viene".

El "viene, viene" es una persona que dizque te cuida el coche, también llamados franeleros, utilizan la vía pública como si fuera sus estacionamiento y ¡¡siempre te quieren cobrar el uso de suelo!!

No sé que piensen ustedes, pero a mi no me parece que eso sea un empleo y menos si se encuentran a uno como el que me tocó el día de hoy, a continuación les reproduzco el diálogo:

--¡Güerita! ya vino por su camioneta-- mientras yo trataba de salirme del huequito donde la estacioné.
--¡Échele, échele, quebrándose, quebrándose-- y yo seguía maniobrando (deben de saber que la camioneta de mi mamá es un artefacto muy difícil de manipular porque es muy grande y la utiliza para transportar a toda su chiquillada).
--Ahora si güera—me dijo el franelero, --lo que sea su voluntá.
¿Lo que sea mi voluntad? Es un aforismo para decir “lo que traiga en su cartera”. Así que saqué mi monedero y le di $2.50 sé que es poco, pero era lo único que tenía además sólo era por atención porque la vía pública es de TODOS.
Total que vio mi dinero y se enojó, me lo devolvió y me dijo que no me volviera a poner ahí porque sino me “poncharía las llantas” (sic).

¿Qué les pasa a estas personas? Son como una lacra, en esa zona hay como una mafia de franeleros y si te pones con uno, los otros te echan bola… ¡Qué horror! Pero ni modo eso me pasa por vivir en esta ciudad de locos…

Les dejo una foto mía manejando, ¡deberían de ver que buena soy! (casi como uno de esos de la Fórmula 1 o no sé como se llame)