En la semana me reuní con mis amigas de primaria, secundaria y prepa para festejar Navidad.
Organizamos una cena en la que hubo más risas que comida.
Recordamos los viejos tiempos, las fiestas, la escuela, las maestras.
Una de las maestras más extrañas que teníamos era la de matemáticas.
Tenía una manera muy peculiar de explicar todos los conceptos.
Por ejemplo, cuando decía “¿cuál es el papasote de la ecuación?” en realidad quería decir ¿Cuál es el mínimo común múltiplo?
En otras ocasiones decía: “Xochimilcas con xochimilcas y yoyos con yoyos”, en realidad quería decir que había que juntar los términos semejantes.
Gracias a este método tan didáctico, teníamos una colección de reportes azules, amarillos, y rojos que no significaban otra cosa más que tareas no hechas.
También su frase “te quedas a asesoría en el recreo” era parte de nuestra rutina.
Y para colmo, fuimos varias las que tuvimos que hacer examen extraordinario, que por cierto se hizo el mismo día de mi cumpleaños número 13.
Hoy ya no sabemos nada de aquella maestra que también gustaba de escribir en las paredes de ladrillo rojo cuando se le acababa el pizarrón, sólo que ya no duró mucho tiempo dando clases.
Es que cuando a uno le llega la hora de retirarse, le llega y no hay nada que hacer.
¡Saludos!
sábado, 19 de diciembre de 2009
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1 comentario:
Curiosa tu maestra. Que pases muy Feliz Navidad. Un beso
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