martes, 29 de julio de 2008

Espera

¡Qué difícil es!

Como cuando dejas en stand by las cosas y esperas que cuando regreses todo siga igual.

Como cuando te das un break y esperas que nada cambie.

Como cuando el tiempo pasa lento para realizar el trámite que te deje libre.

Como cuando esperas que pase lo mejor y nada pasa.

A veces sólo me gustaría poder adivinar el futuro... Aunque así no sería tan divertido.

domingo, 27 de julio de 2008

Excursión al volcán Xitle

Hace varios días me lancé con la familia a realizar una caminata por el volcán del Xitle.

El nombre del volcán significa en nahuatl "ombligo", debido a la forma que tiene su cráter.

Hace muchísimos años, aproximadamente en el 400 d.C., hizo erupción y su lava cubrió gran parte del sur de la ciudad de México. Ocasionó que la cultura Cuicuilco se dispersara y formó el Pedregal.

Ahora el volcán está lleno de cenizas y árboles. Después de 50 minutos de caminata se llega al cráter al que puedes meterte si lo rodeas.

Desde arriba la vista de la ciudad es increíble, además de que se puede ver otra gran montaña: el Pico del Águila.


El Pico del Águila
El cráter del Xitle

Las faldas del volcán

jueves, 10 de julio de 2008

¡¡Tín, tín corre!!

Es uno de mis juegos favoritos.

Consiste en tocar el timbre de una casa dos o tres veces y luego salir corriendo.

Cuando estábamos en primaria inventamos una variedad del juego: las puertas de los salones eran de madera y las paredes estaban cubiertas mitad ladrillo y mitad vidrio.

Así que cuando la maestra salía del salón corríamos por el edificio de primaria a tocar en cada una de las puertas y como no podían vernos si nos agachábamos, pues ya se imaginarán como se ponían las maestras.

De repente, cuando voy caminando sola en la calle me acuerdo del juego y me da por tocar el timbre de algunas casas. Ahora no tengo que correr porque ya me veo más grande y nadie creería que fui yo la que toqué.

¡Saludos!

Ps- ¡gracias por las más de 5,000 visitas por 75 entradas!

miércoles, 2 de julio de 2008

Perro Rosa

El sábado pasado me fui con Pete y con Andru a dar una vuelta por el sur de la ciudad.

El paseo fue bastante recreativo, hubo de todo: artesanías, ricos peces, helados y hasta un ¡perro rosa!

Si, así como lo leyó: un perro rosa.

Es la cosa más espantosa que he visto en mi vida.

A los incrédulos les dejo las fotos:




¡Saludos!