La ciudad está rodeada por dos frentes fríos, llevamos una semana con un viento fortísimo. Cuando sales a la calle ves a las personas envueltas en ropa y tirititando.
Tomar chocolate y café, estar envuelta en una manta mientras platicas durante horas, asomarte por la ventana y ver las nubes y el cielo; eso si que inspira.
Es rico poder salir y disfrutar de un cielo así...
El sábado mi papá tenía que arreglar unos asuntos en su pueblo natal: Tulancingo.
Así que nos trepamos todos en la camioneta y nos lanzamos. Tulancingo está a tres horas aprox. de la ciudad y se encuentra en el estado de Hidalgo.
Ahí fue donde nació el único héroe que México a exportado al mundo, el luchador de la triple AAA, el enmascarado de plata: el Santo.
Aunque el día estaba un poco nublado pudimos disfrutar de los paisajes desde que vas recorriendo la carretera.
Vista del paisaje:
Después llegamos a la casa del tío de mi papá, Juan, que nos invitó a comer. Estuvo riquísimo, no hay nada como la carne del pueblo y la salsa verde preparada en molcajete.
Después mientras los adultos se dedicaban a platicar mis hermanos se pusieron a jugar con los perros, Pancho y Sancho.
Ro y Pancho: Yo yo me dedicaba a tomar fotos:
Para llegar a la ciudad hay que pasar por el centro del Tulancingo, donde hay una iglesia muy bonita:
Después, hicimos como cuatro horas de camino porque la entrada a la ciudad en sábado por la noche es muy conflictiva, fuimos a cenar tacos unos ricos tacos a "Los Gitanos" y a dormir...
Así es esto del rafting, yo nunca en la vida lo había intentado pero ahora me volví fan.
Todo comenzó cuando a mi hermano se le ocurrió que fuéramos a Jalcomulco en Veracruz para festejar su cumple. Yo no quería perdérmelo porque ya había oído de esto del rafting y me latía mucho.
Quedamos de vernos todos en la universidad para ahí empezar el viaje. Lo primero era llegar a la Terminal de Autobuses de Oriente (TAPO) en metro, porque es de ahí donde salen los camiones a Jalapa, capital de Veracruz.
Llegamos, compramos el boleto, abordamos el camión y el tránsito estaba espantoso, pero después de 5 horas llegamos a Jalapa.
Ahí había que tomar el camión hacia Jalcomulco, pero ya era muy tarde y no había camiones... Una veracruzana buena onda decidió llevarnos. Misión un poco arriesada, ya que eran las 2 de la mañana y la carretera es de un sólo sentido y está llena de baches, a eso hay que agregarle la neblina.
2am. Llegamos a la posada, llevaban horas esperándonos y aún así nos recibieron con una sonrisa.
Después a acomodarnos en nuestras habitaciones para después bajar a la alberca y poder platicar más a gusto.
Y así seguimos hasta que casi era hora del amanecer, acompañados de una botella de 100 años y un Chachalaco.
Subimos a dormir un poco, porque hay que estar algo descansados para los descensos en río.
Sábado 8am. Hora del desayuno. La señora de la cocina nos preparó huevos con jamón y sopes, todo estuvo delicioso. Además del café que se cultiva ahí mismo y es bastante rico.
Después a ponerse la ropa adecuada para el río. Pasó el camión de los instructores que nos armaron todo el paquete y nos fuimos hacia el río.
Ya disfrazados de extremos (con caso y chaleco salvavidas incluído) nos trepamos a la lancha y comenzaron a darnos las instrucciones:
No suelten el remo · Apoyen bien el pie para que no se caigan · Si digo "todos adentro" es para que se metan a la lancha NO al río · etc...
Y así empezó todo, cada tramo lleno de rocas servía para llenarnos de adrenalina. La verdad todo fue e increíble.
Después volvimos a la posada para comer, por cierto que la cocinera tiene uno de los mejores sazones que he probado...
Después otra vez a prepararnos pero ahora para la caminata en la montaña y el rappel.
La caminata fueron como 40 minutos de pasar debajo de árboles gigantes que si te descuidabas te caía un mango encima. Todo se sentía cálido pero húmedo a la vez.
Llegamos a la ladera de una montaña y comenzamos a ponernos el arnés para poder descender.
Al final nos dijeron que la altura era sólo de 22 metros, pero juro que yo la veía mucho más grande.
Al siguiente día el descenso en el río fue mucho mejor, era de categoría 3 y 4, lo que significa más agua, más corrientes y más rocas...
La flora y fauna del lugar es increíble. Puedes ver camarones gigantes de río, también llamdos acamayas, halcones de esos que sobrevuelan el agua hasta coger a su presa, armadillos y hasta a un gato montés.
Cuando regresamos al hotel teníamos el tiempo justo para recoger, hacer maleta, comer y correr porque el camión a Jalapa salía a las 2pm.
Como es de suponer el camión nos dejó... El próximo vendría hasta las 5, pero eso ya era muy tarde porque el camión de Jalapa a la Ciudad de México se iba alas 4pm.
Así que decidimos acercarnos a la pick-up de unos lugareños para pedirles aventón.
Nos llevarían pero con la condición de que les diéramos para la gasolina, entre todos juntamos $100 y de los dimos.
Estábamos todos atrás, en la cabina de la camioneta, cuando nos dimos cuenta de que veníamos a 100 kilometros por hora en una carretera llena de baches y de un sólo sentido con dos hombres que iban bebiendo cerveza mientras manejaban...
Hicimos una escala en el bar llamado "Mi oficina" para que el chofer y su copiloto se abastecieran de más cerveza y seguimos el camino a Jalapa.
Anuncio del "Bar Mi Oficina"
Les dejo un video de cómo venía la camioneta:
Al final, llegamos 20 minutos antes de que saliera el camión a la ciudad...
En resumen: - Hacer rafting es de lo más divertido que he hecho en mi vida. - La gente de Jalcomulco es buenísima y alguien del pueblo me contaba que un 70% de ellos vive del turismo. - A cualquiera al que se le antoje visitar el pueblo y treparse a una balsa para descender de un río, avíseme y yo los llevo...
Así es. Hoy renuncié a mi trabajo como becaria en el área de Contabilidad.
No saben lo aliviada que me siento. La verdad es que cada día me cansaba más y trabajaba menos, eso es lo que pasa cuando uno no está a gusto...
Tendrían que haber escuchado la "reflexión" que me dejó mi jefa antes de dejarme ir. Pero como me pareció sumamente recreativa se las transcribo:
La Jefa: Antes de que te vayas, déjame compartirte una reflexión.
(Yo pensaba en que ya me urgía largarme de ahí)
Yo: Si, por favor...
La Jefa: El otro día estaba viendo una película muy mediocre de un señor que cuidaba a unos judíos que trabajaban en su fábrica...
(Yo pensaba en que la "Lista de Schlinder" o "Schlinder's list" es un clásico!! no una película mediocre!)
Yo: Ya sé cual es, La lista de Schlinder.
La Jefa: Si, está muy chafa. Pero bueno, lo importante de la película sucede cuando había un empleado judío que sólo había hecho tres balas en varias horas, así que su capataz nazi le pidió con cronómetro en mano que le armara una munición.
(Para este momento yo me arrepentía de no haberme largado sin decir más, ¡pero no! tuve la decencia de avisar y dar las gracias por todo lo aprendido- que en realidad no fue nada)
Sigue la historia...
La Jefa: Entonces el empleado se puso muy nervioso y armó la munición en sólo tres minutos.
(Yo pensaba "y esto a mi para qué me sirve")
Yo: Aja...
La Jefa: ¿Ves? Así pasaba con tu trabajo. Porque al principio te tardabas mucho, pero era porque a penas estabas aprendiendo. Pero cuando pasó el tiempo y te tardabas tanto en hacer las cosas pues nos hiciste pensar que hacías otras cosas o que te hacías pato...
Yo: ....
(No dije nada porque estaba ocupada mordiéndome la lengua)
La Jefa: Pero bueno, cada quien tiene sus prioridades.
Yo: Si, bueno, ya me voy, y de nuevo gracias por todo. Aprendí mucho.
La Jefa: Por cierto, ¿cuándo me vas a reponer las horas que me debes?
(Yo mentaba madres en mi cabeza)
Yo: ¡Ah si! Pensé que ibas a descontarlas...
La Jefa: Bueno, ¿cuántas horas fueron?
Yo: 24 horas...
La Jeja no me creyó, así que mandó a llamar a mi supervisor de dudosa sexualidad...
Supervisor: (léase con acento amanerado) ¿Qué pasó?
La Jefa: ¿Cuánto nos debe en horas esta niña?
Supervisor: (léase con acento amanerado) ¡Ay! como dos semanas...
(Mis mentadas de madre aumentaban exponencialmente)
La Jefa: ¿Ves? ¿Estás de acuerdo?
Yo: La verdad no, pero ¿qué hago? Gracias y Buenas Tardes...
Y así fue. Les dejó la reflexión de una mujer de inteligencia desbordante, les recomiendo la impriman y se la digan a cada uno de sus empleados, seguro se ganarán su respeto.
Ahora pertenezco a la clase desempleada. Así que si alguien se entera de alguna chamba para estudiante de comunicación ¡por favor avíseme!
